La andinidad en San Miguel, los oficios que representan el desarrollo y la sabiduría.
Un llamado a mantener la identidad.
Víctor Hugo Alvítez Moncada,Con su pluma retrata el sentimiento profundo de la vida.
"Patito" Feliciano el de los doce oficios, presenta con claridad la vivencia en el campo, el ayni, el colectivismo (yanapanaakuy), uno para todos y todos para uno. En la obra no aparece los malos hábitos más que un hecho del joven Víctor Hugo que toma choclos para compartir con las amistades, pero no los vende para vicios, es un hecho singular que ocurre en nuestros pueblos.
Nos damos cuenta que toda persona es muy hábil y se prepara para enfrentar cualquier situación, un hecho muy propio de todos los pueblos, allí está presente siempre el famoso dicho: "guarda pan para mayo" (lluqllaman churapakamuy)
Un llamado a mantener la identidad.
Foto extraída de la red social de VHAM |
Por:
Margot Camones
Víctor Hugo Alvítez Moncada, natural de San Miguel, autor de numerosas obras literarias, asiduo promotor cultural, pléyade de la cultura regional y nacional, nos regala una maravillosa obra literaria con el que nuestros corazones se contentan y nuestros recuerdos se avivan.
"Patito", Feliciano es una obra literaria anecdótica y realista que reconstruye la memoria colectiva de todos los que hemos salido de nuestros terruños. Esta obra es una muestra de recopilación de mucho de los oficios de la gente, porque son sus habilidades natas porque de esta formas se desarrolla. El hombre no está exento a múltiples aventuras porque son la vida misma.
El autor retrata al hombre en un pueblo en desarrollo y presenta una armoniosa relación con todo lo que le sirva para garantizar su existencia, la concepción natural del hombre del ande es que todo ser que lo rodea tiene vida, elemento importante que el autor recoge.
El autor conoce profundamente la vida en el pueblo, no me equivoco es una obra para devolvernos al amor, a la solidaridad, al respeto; a mantener una relación de complementariedad, reciprocidad y vínculo con los hombre pero también con todo aquello que nos rodea. Es una forma de devolvernos a la infancia, hacernos conocer los pueblos si no hemos tenido la oportunidad de vivir en ella. Una obra literaria que perenniza la identidad cultural.
Foto junto a Breyner y VHAM 2017. |
Nos damos cuenta que toda persona es muy hábil y se prepara para enfrentar cualquier situación, un hecho muy propio de todos los pueblos, allí está presente siempre el famoso dicho: "guarda pan para mayo" (lluqllaman churapakamuy)
Alvitez Moncada, representa perfectamente a esta frase: "Quechua no solo es aquel habla la lengua, somos todos los hablantes y no hablantes que nos identificamos con la vida en el campo, en la ciudad, con las costumbres y con las sabidurías que envuelve cada acción humana, somos los hijos de la tierra, que amamos, los cerros, las quebradas, las flores y los pastos" vuelvo a resaltar es una clarinada al colectivismo y reciprocidad como principio fundamental de la vida, con la familia y con todos los seres que en la naturaleza habitan, así como en San Miguel de Pallaques. Destacando el papel de mujer en la zona rural y urbana como un ser capaz de armonizar el hogar, guardar la platita y criar a sus hijos, criar a la chacra y criar a la humanidad y a la naturaleza (warmin tsaytaqa musyakun), la mujer es símbolo de producción. Ella es vida. Mi padre decía el deber del hombre es poner todo a la puerta de la casa, lo demás ella ya sabrá; es que la mujer jamás dejaría a su familia sin comer, en "Patito" Feliciano, doña Aleja y su hija Adela, representan ese papel de mujer.
En "Patito" Felicitano encuentro un retrato perfecto de muchos pueblos del mundo, así como San Miguel, existen pueblos dedicados a la artesanía, a la textilería, a la agricultura, a la ganadería, al comercio y a tantos oficios que les hace reconocidos; para mí, es una fotografía retratada en palabras del quehacer cotidiano en la vida de cada pueblo.
Atrae mi atención, y atrapa mi imaginación retornándome a la casa de Huacna, cuando el autor dice que "Patito" se asentó en la urbanización Chilis, donde encontró amistades y esperanzas para él y para su familia, Chilis no es una ciudad urbana, es el campo, allí no hay soledad; siempre estás acompañado del hombre, de los animales, de las chacras, de los cerros, de los ichus, pajonales y todo en la tierra. Para el hombre andino, aymara y amazónico todos tienen vida y son parte de uno, el hombre pertenece a todo pedazo de espacio de vida que habita, por ello lo cuida y protege.
Una pincelada a los oficios de Patito.
- Patito, panadero. "Era costumbre en mi pueblo cada horno bautizar con nombre de personas.." y "...doña Ursula que resalta por la responsabilidad de ayudar en el alumbramiento de muchos niños, muchos patitos, pero la tarea difícil fue con Víctor Hugo", bonito fragmento que da inicio a una serie de aventuras. Quien no ha comido pan, es vida, el pancito es una bendición, por ello el lugar donde se prepara es sagrado, naturalmente el horno tendría que llevar el nombre de una persona. La relación entre el funcionamiento de la panadería y de los nacimientos o partos nos muestra a un pueblo que crece y se desarrolla, con ello mayor oportunidades para sus habitantes
- Patito, comerciante. Naturalmente mucha gente acude a la panadería, la habilidad del protagonista es aprovechar esta momento para crecer en el comercio. Patito, tiene una gran habilidad, es perspicaz para con sus clientes, con su sonrisa y alegría atrapa a muchos. En este apartado encontramos una muestra de unidad familiar para crecer. El mensaje es que todo representa una oportunidad para fomentar desarrollo.
- Patito, altarero. Los dos oficios anteriores nos adelantaron la habilidad que tiene Patito, aquí otra característica más, esta vez su devoción, su fe y su catolicismo. El personaje es un gran ser humano. En Patito, la sensibilidad se hace presente, no por gusto el autor asume el seudónimo de "Pisa diablo", es que todo el pueblo es "Pisa diablo", no se permite la presencia del diablo que afecte la armonía, donde hay bondad no hay maldad. Recurro a este extracto "Sanjuancito, sigue extrañando al gran Patito", siento que la preocupación del autor con nuestros pueblos, que desconocen el valor de su sabiduría de los pueblos, aquello que se está perdiendo porque no se trasmite de generación en generación. Con la frase anterior el autor nos interpela a seguir manteniendo nuestras costumbres, para que vigentes ellas, nuestras sociedades actuales se desarrollen y la necesidad continua de un servicio social como lo hace Feliciano.
- Patito, globero. Los oficios de Feliciano, le permiten desarrollar otras habilidades. Me impresiona la forma su destreza para fabricar los globos y con ello contribuye a la alegría, júbilo y atracción para todos grandes y chicos. Con estos escritos el autor nos está mostrando que cada cosa que hagas, te abre otras posibilidades, hay que prestarle atención. Los globos representan el sincretismo cultural en un pueblo que asume la devoción a santos y patrones, provoca en otros el deseo de hacerlos y su logro representa una alegría.
- Patito, lector de bandos. Con sus oficios Patito, nos sigue demostrando que ya es una autoridad en el pueblo; es una persona que conoce y se ha ganado el respeto a pulso, con trabajo y muestra de humildad. Entonces su voz es enérgica, que merece la respuesta de los pobladores cumpliendo con las actividades encomendadas por el alcalde, leídas por "Patito" Feliciano. Como lectora me queda una duda, ¿El alcalde lo contrata por la autoridad ganada en el pueblo? ¿Por qué no es el mismo acalde quien da las órdenes?; sí me queda claro que el protagonista conocimientos disciplinares.
- Patito, devoto de San Juan Bautista. "No había porqué vestirse elegantes, para estar delante del señor, patrón de campesinos y agricultores..", esta frase nos lleva a la siguiente reflexión: "Ante los ojos de Dios todos somos iguales", seguramente los campesinos y agricultores, han sido bendecidos, por ello es su patrón. éstas fiestas se dearrollan con el liderazgo de Patito, no podía ser de otra forma, claro muy a parte de los mayordomos y mayoralas. El autor desarrollo todo lo que la gente, expresa, vive y siente en una fiesta patronal como en cualquier pueblo, ya que son esa las fechas donde hay mayor alegría.
- Patito, carnavalero. Chulis representa para Patito, su terruño, sus vivencias; lo que ocurre con muchos que salimos de la tierra y para seguir manteniendo nuestras costumbres encontrando un motivo de reencuentro personal y colectivo uno organiza un club, una asociación o lo que fuere para mantenr viva las costumbres fuera de la patria natal, así como describe: "Vayan a ver a Patito, repartiendo cántaros y cántaros de chicha de jora, bien preparada por doña Aleja y el Daniel...". Mis respetos al autor, vuelve con elegancia al rescate de la identidad, estando en un pueblo distinto, mantiene vigente sus costumbres como el carnaval una fiesta singular, lo bonito acá no se superpone las culturas y los modos de vida. Aquí hay perfecta representación de la interculturalidad, el hombre no niega su cultura y tampoco rechaza la otra cultura por el contrario se adapta, asume, goza como en su tierra.
- Patito, fabricante de velas. Feliciano, como siempre, de los muchos oficios no desperdicia la oportunidad y compra de don César Cruzado todo los utensilios para fabricar velas. "Con todo su espíritu emprendedor Patito, ..." esta frase inmediatamente nos hace pensar que una de las preocupaciones del autor es mostrar que todo es posible, solo hay que desarrollar la competencia para emprender, no hay obstáculo. Uno logra el desarrollo donde se encuentre; en un pueblo pequeño o fuera de ella, Es importante los estudios pero más importante es saber y reconocer dónde te desempeñas mejor, un reto a la escuela.
- Patito, alpartidario. Me había preguntado varias veces Patito hace muchas cosas pero no la encontraba en la chacra, sembrando y cosechando. Aquí está lo que buscaba; un hombre como él no podría estar lejos de la tierra. "- !Hay.... Caray! que vamos hacer pues contigo Victor Hugo, ya no se puede, medio badulaque y bandolero habías salido...", aquí me detengo y recuerdo a doña Ursula que en el primer oficio de Patito, nos da cuenta que para traer al mundo a Victor Hugo había sufrido mucho; esto me hace pensar que era un presagio de un muchacho hábil e intrépido. Sin embargo Feliciano, sabe lo que significa la juventud; lejos de quejarse comprende al que robaba los choclos y comparte buenos momentos a su lado. Definitivamente su actitud fue para contribuir con educar a Víctor Hugo.
- Patito, panteonero. Todo giraba en torno a un realismo impresionante, en este oficio aparece lo mágico y lo supersticioso. Víctor Hugo Alvitez, hace gala de su pluma recogiendo la concepción del panteón en la memoria colectiva, "¡Jeús, María y José!..Líbrame Sanjuancito...", ¡Qué pues te alborotas tanto don Feliciano... no es hueso el que te ha tocao, es un pedazo medio apolillado del cajón del muertito!, Feliciano se asustó pensando haber embocado un hueso, porque seguramente al igual que el alcalde y los demás se dejó llevar por la imaginación.
- Patito, andariego. Victor Hugo Alvitez Moncada, el autor, había relatado en tercera persona, da un giro y recurre a la primera y la tercera persona paralelamente, muchos autores recurren a este recurso para hacer saber si el personaje narrador es parte de la obra. Patito, como andariego, guía a Víctor Hugo (mismo autor) a su primera experiencia como maestro, en el camino se muestra la gran sabiduría que tiene, no sólo conoce de las matemáticas para sumar y restar sus cuentas, de historia para describir, contar hechos y acontecimientos; también de geografía, sabe cómo caminar para no perder energía, conoce cada espacio a donde sus pies deben pisar. Acompañante de Víctor Hugo, se descubre como un gran conocedor de todos esos lares y su apuesta por la educación acompañado de su devoción por su santo patrón. Definitivamente el conocimiento de la geografía le hace merecedor de este oficio de andariego, pero de un andariego con un objetivo. Al andariego que persigue un objetivo en quechua se dice purikuq, pero al bohemio pulikuq.
- Patito, ¿músico?. ¿Que oficio quedó pendiente?, era lo único que faltaba, pero dice el autor que sí aprendió y tocaba muy bien, que también recibía clases de sus amigos, entonces nada sería imposible para el personaje que, no toca cualquier instrumento sino la quena y la caja (dos símbolos de identidad) que perfectamente hacen melodía con todos los oficios de Patito.
De toda la impresión que he tenido al leer "Patito" Feliciano, con toda certeza he hallado una gran dimensión disciplinar y transdisciplar, no hay pueblo sin cultura, y no hay lengua sin cultura, así que también encontramos rasgos propios de la expresión del pueblo. Esta obra está fotografiada con palabras, la imagen de un pueblo, un pueblo que conserva su forma de ser, de convivir, de aprender y reaprender; como un proceso de sincretismo cultural. Una característica de los pueblos es acoger las costumbres foráneas, sin descuidar lo suyo. Es una obra que muestra un profundo conocimiento de la interculturalidad que apuesta por el desarrollo de los pueblos descubriendo sus propias potencialidades. Pedagógicamente Feliciano es un "Yachaq", el que conoce, comprende, relaciona y dimensiona.
Quiero resaltar la preocupación del autor de mantener vigente todas éstas formas de desarrollo, por ello desde el inicio hasta final de la obra evoca que al desaparecer don Feliciano, se perdió su sabiduría, ¿Por qué?, porque seguramente nadie se preocupó por documentar todo lo que el pueblo fue viviendo y hasta la fecha vive y se proyecta. San Miguel, es el retrato de muchos pueblos que contrariamente a la catalogación de pobres o extremos pobres tienen gran potencial, que no es aprovechado, por la creencia absurda que el desarrollo está en las grandes ciudades.
Termino con esta frase que Breyner resumió la obra: "Patito" Feliciano, es el pueblo, su voz es la voz de los que deseamos conocer y vivir lo que el campo nos ofrece y la pachamamita nos brinda"
Obra literaria que fue impresa en la EDITORIAL COLECCIÓN JÒVIC, en agosto del 2019, con depósito legal en la Biblioteca Nacional, la carátula es una magnifica pintura hecho en òleo sobre lienzo de Ever Arrascue, y llamativo para todo lector por el diseño y la diagramación de Mariela Effio Pereda de MAR &SOL Comunicaciones.
Muchas gracias, maestra Margot Camones, por tan acertado comentario a mi humilde obra "PATITO" FELICIANO, EL DE LOS DOCE OFICIOS, que de alguna manera trata rescatar nuestra identidad. Es usted muy gentil, amble y generosa. Igualmente saludos a Breyner, un niño de inmenso futuro.
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