JACOB ROMERO QUIJANO
Jacob Romero Quijano: retrato de un maestro aijino
Conocí a Jacob Romero Quijano en 2010, durante mi estadía en Pariacoto. Llegué allí para trabajar en la institución educativa “San Francisco de Asís”, llevando conmigo a mi hijo de dos años. Sin encontrar una vivienda, nos instalamos en una pequeña habitación de hospedaje. Fue entonces cuando, en un recreo escolar, entablé conversación con un maestro afable que resultó ser de Aija, natural de Llanqui. Al saber que yo provenía de La Merced, Huacna, me ofreció su casa. Ese gesto generoso marcó el inicio de una amistad que traspasó el ámbito laboral.
Jacob nació el 23 de octubre de 1954 en el caserío de Llanqui, Aija. Fue el décimo hijo de don Eulogio Romero Carrillo, sabio andino que asistió en su nacimiento, y de doña Lucila Quijano Sánchez. Creció en un entorno de comunidad y trabajo, donde la palabra y la experiencia de los mayores guiaban la vida cotidiana.
Realizó sus estudios primarios en la escuela mixta de Llanqui. Más tarde, junto a su hermana Cristina, se trasladó a Vizcas, provincia de Huari. En 1969 regresó a Aija para estudiar en el Instituto Nacional Agropecuario. Tras el terremoto de 1970 culminó la secundaria en el colegio Gabino Uribe Antúnez, destacando como mediocampista en fútbol, deporte que le acompañaría siempre.
Intentó seguir estudios universitarios en Tingo María, pero fue llamado al servicio militar en la División Aerotransportada de Las Palmas, donde se graduó como sargento segundo en 1978. A su regreso trabajó en diversos oficios hasta reincorporarse a la vida en Aija y al equipo de fútbol de Llanqui.
En 1980 ingresó a la Escuela Regional de Educación Artística de Huaraz, pero el nacimiento de su primer hijo, Óscar, y su matrimonio con Gloria Espíritu lo llevaron a Chimbote, donde nació su segundo hijo, Manuel. Poco después, afrontó la separación matrimonial y se estableció definitivamente en Pariacoto. Allí formó una nueva familia junto a Amelia Carlos Méndez, con quien tuvo cinco hijos: William, Luis Ángel, Dany, Amelia y Marti.
En 1984 se incorporó al colegio “San Francisco de Asís” de Pariacoto y, mientras ejercía la docencia, cursó estudios en la Universidad José Faustino Sánchez Carrión de Huacho, especializándose como profesor de Ciencia, Tecnología y Ambiente. Tras décadas de servicio, fue cesado del magisterio en 2015.
Jacob es recordado por su sencillez, la apertura de su hogar a quien lo necesita y su inquebrantable amor por su tierra. Hoy vive en Pariacoto, rodeado de su familia, y prepara con entusiasmo su rol de mayordomo en la fiesta de mayo, continuando así su vínculo con la comunidad que lo acogió y a la que dedicó su vida.
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