Tuve el honor de conocer a un profesional aijino, Jacob Romero Quijano en mi periplo por Pariacoto, allá por los años 2010, distrito al que llegué por un contrato para laborar en la institución educativa “San Francisco de Asís”. Al llegar al distrito llevando en mis brazos a un niño de 2 años (Breyner Ramírez Camones), no pudimos conseguir una habitación para poder convertirla en nuestro hogar, por ello, una fría habitación de un hospedaje nos había albergado durante la semana. A la semana siguiente, justo a la hora del recreo conversé con un maestro amigable, que me confesó que era de Aija, natural de Llanqui, en la plática le dije que también era de Aija, de la Merced, pero de la puna de mi querido Huacna, también le dije que no había conseguido una habitación para quedarme y que por el momento estaba en un hospedaje. Fue tan grande su gesto de ofrecerme su casa para quedarme y esa misma tarde ya tenía donde quedarme con tranquilidad, así empezamos una gran amistad que va más allá del tema laboral.
El 04 de febrero en una reunión de amigos, en
Antaoco, perteneciente al distrito de Independencia, había compartido con
varios amigos de Aija, a eso de las 6:00pm llegó el momento de despedirnos,
momento propicio de intercambiar números de celulares para seguir en contacto,
ya que, a varios de ellos recién los conocí ese día. Fue cuando un apuesto
caballero, me dejó su número y al guardar en mi agenda me di cuenta de la coincidencia
de apellidos, me dijo César Romero Quijano, naturalmente me llevó a preguntar
con inmediatez si era hermano, de mi buen amigo Jacob, al que afirmó con
seguridad, en esos momentos me vino una gran alegría de haber compartido con
familiar de mi maestro de Pariacoto, a quién nunca podría olvidar por sus
atenciones y gestos durante mi permanencia en su pueblo. Aproveché esa amistad
para construir una biografía de Jacob Romero, es la que a continuación se
detalla, naturalmente con apoyo de su hermano.
Es el décimo hermano de la
generación Romero Quijano, nacido en caserío de Llanqui, de la provincia de
Aija, un 23 de octubre del año 1954, de la información obtenida, su padre fue
un sabio andino, don Eulogio Romero Carrillo, quien ayudo en el parto a su
esposa doña Lucila Quijano Sánchez, naturalmente en nuestros pueblos andinos
los y las sabias andinas jugaban un papel importante en los nacimientos de los
que venían al mundo. Eulogio y Lucila también naturales del caserío San
Ildefonso de Llanqui. .
Sus primeros años de estudio los
realizó en la escuela mixta 17022 de Llanqui, su pueblo natal, posteriormente
junto a su hermana Cristina Romero Quijano, ya fallecida, se traslada al
caserío de Vizcas en la provincia de Huari. A fines del año 1969, retorna a su
natal para continuar con sus estudios en el Instituto Nacional agropecuario de Aija
(INA- Aija). En 1970, cuando se produce los terribles estragos del sismo del
70 se traslada al colegio mixto Gabino Uribe Antúnez de Aija en el que
concluye sus estudios de educación secundaria. De la información obtenida fue
un estudiante destacado en la práctica del futbol como mediocampista, dicen que
tenía habilidades creativas para el balompié; por ello, participó en los juegos
deportivos de la liga distrital de Aija defendiendo los colores del Círculo
estudiantil Llanqui.
Al concluir sus estudios de
educación secundaria, se trasladó a Tingo María para postular a la universidad Agraria de la Selva, lugar donde
se encontraba su hermano Isaías Romero;
pero, tuvo que cumplir con la responsabilidad de peruanidad y fue enrolado al servicio
militar a la División aerotransportada de las Palmas de Lima, allí se graduó con
el grado de sargento segundo en el año 1978. Por este motivo, tuvo la mala
fortuna de no estar presente en las exequias de su hermano Tomás Romero Quijano.
Al igual que, muchos provincianos no tuvieron facilidades, entonces le tocaba
buscar trabajo y se empleó como cobrador el los buses de Lima a Canto Grande,
experiencia que le enseñaron mucho, a ser perseverante. Ya por los años 1979
regresa a natal Aija, sus dotes de futbolista no habían mermado, así que nuevamente
volvió a integrarse al equipo de sus amores; pero, el club había cambiado de
nombre era «Once amigos» de Llanqui, como era de esperarse las jornadas
deportivas era intensas, así que había que reforzar al equipo cada domingo, es
así que se unen sus amigos mineros cerreños entre ellos los Hermanos Aliaga.
En el año de 1980 ingresó a la escuela regional de Educación
Artística de Huaraz, ahora ESFAP, junto a su hermano César, el mismo año en que
nace su primogénito Oscar Romero Espíritu, así que se casa por civil con la
Gloria Espíritu Paria de Huayán, situación que le obligó a dejar sus estudios y
trasladarse a Chimbote para establecerse allí junto a su familia recién
constituida. Es allí, don ingresa a laborar como docente de la escuela primaria
de Cochabamba, fecha en que nació su segundo hijo Manuel Romero Espíritu, poco
después fue abandonado por su esposa, quedando solo en la localidad de
Pariacoto. Posteriormente se enamora de su actual esposa Amelia Carlos Méndez,
con quien llega a tener a sus 5 hijos. William, Luis Ángel, Dany, Amelia y Marti
Romero Carlos.
En el 1984 (cuando yo tenía 3
años de nacida) se traslada al colegio “San Francisco de Asís” de Pariacoto, así
que su hermano el Prof. César fue a laborar en su reemplazo a la escuela
primaria Cochabamba. Estando en servicio en la IE de Pariacoto estudió en la
universidad José Faustino Carrión de Huacho, allí logró especializarse como
profesor de Ciencia Tecnología y Ambiente. En el año 2015 fue cesado del
magisterio, hoy se encuentra con su familia que día a día comparte sus anhelos.
Hace poco en el mes de setiembre, recibí un mensaje invitándome a participar de
una reunión de amigos que apoyarían en el desarrollo de la fiesta de mayo en
Pariacoto, al que acudí con mucho agrado allí conocí a varios de sus hermanos. Por
ahora, se prepara como mayordomo de la fiesta en Pariacoto para mayo, al que
con gusto acudiremos.
Un maestro, no solo es el que
deja enseñanzas, sino quien cultiva una sincera amistad.
Gracias Jacob
Capistrano Romero Quijano por su preciosa amistad, siempre estaré agradecida de
Uds.
Por: Margot Camones Maguiña
Documento elaborado con apoyo de
César Romero Quijano
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