Kaychawqa riqiyanki llapan qichwa ruraykunatam, mikuykunata, ashmakunata, hachakunata, qurakunata imaykapis kikintsikpa musyaynintsikkunatam.

Antonía Díaz, de Carhuaz, nos pone un hito en los DESAFÍOS de servicios Públicos con pertinencia LINGÜÍSTICA Y CULTURAL.




LA LENGUA, VISAGRA DE DERECHOS LINGÜÍSTICOS Y CULTURALES QUE NO HA SIDO COMPRENDIDA POR LAS AUTORIDADES.

Un hecho de mucha trascendencia para los hombres y mujeres hablantes de quechua o de cualquier otra lengua originaria del Perú, habitantes en el campo y la ciudad, en el valle y en la montaña.
La sentencia del Tribunal Constitucional reivindica los derechos de una mujer, pero no sólo de ella; sino de muchos a través de ella. Ya que, su manera de expresarse es  con el quechua.
Su historia es la de  una mujer que migró del campo a la ciudad para superar la pobreza extrema en los andes, y que en la ciudad desde su llegada sufre todo tipo de maltratos producto de su desentendimiento del castellano.
Se trata de un símbolo, un ícono que representa a muchos, ella es María Antonia Díaz Cáceres de Tinoco. En la ciudad de Carhuaz, región Ancash, su casa está ubicado en el Jr. Ayacucho, lo que se observa a primera vista es la pobreza, allí también llama la atención una planta de palta que es el indicio para hallarla y es como si nos diera la bienvenida, ya que es el único hogar en esa recta que tiene una planta en la puerta.
Esto queda para el recuerdo: cuando estamos merodeando con la pregunta si alguien conoce a María Díaz Cáceres, ya habiamos recorrdido toda la ciudad,  nos toca la espalda y se oye “nuqam kaa”, “soy yo”, la abrazamos y ella contenta responde, “¿ashikaayamankiku?” – “¿me están buscando?”, y con la capacidad de intercambiar comunicación en quechua, le respondemos ¿“awmi, qamku kanki” ?, “sí..., ¿Eres tú?”, allí nos indica en su lengua materna “no conozco bien lo que dice el papel que salió de Lima sobre mi caso, mi abogado me ha explicado pero no he entendido bien”, remarca un poco melancólica, es que también temblorosa dice,  que ya había perdido la confianza en la justicia, yo apelé a Lima porque mi abogado decía que podríamos ganar, ya que ni acá, ni en Huaraz me dieron la razón.
Nos interesó su historia y le pedimos que nos contar, así que nos insiste, “a mí me dijeron firma este papel, si quieres quedarte vendiendo, y como no sabía leer firmé, pero nos dice, hasta ahora no sé firmar, ellos  firma le llaman a la huella que puse, pues no sabía firmar, y cuando llegué a mi casa, mi esposo dijo que he puesto mi huella en mi contra:
- Entonces fui a suplicar al alcalde, ya que allí me decían que yo podía vender sólo 3 horas de 3:00 a 6:00 pm, esa hora quien me va comprar frutas, le dije con mucho dolor.
- El alcalde me dijo si quieres quéjate, nadie te va hacer caso”.
Esta es su historia que nos narra, recordando siempre que este fue un lugar que por muchos años le permitió vivir, criar a sus hijos. en conclusión fue su espacio de vida, de salud, de recreación y educación para los retoños de su casa.
María Antonia dice que su caso inició en el año 2014 en periodo del Sr. Pepe Mejía y después de 4 años de dura batalla se resolvió en el Tribunal Constitucional: Este hecho desnuda una realidad en el aspecto político, económico, social, judicial y personal, en síntesis, en todas las dimensiones del ser humano, que se ven atentados cuando no hay respeto por los derechos lingüísticos.
1.    En el plano político, revela la indiferencia y el trato insensible de las autoridades, la poca importancia a las personas que hablan quechua, la nula calidad de autoridad y persona no sólo del alcalde sino de quienes lo rodean en su gestión, ya que para el engaño a que firme o coloque su huella digital era un acuerdo de todos, incluido las personas que le reemplazarían en su puesto; que según nuestra visitada eran muy allegados al alcalde y que cree que eran familiares. El hecho de no saber leer y escribir hace que sean consideradas personas de bajo nivel, el engaño que es una característica del emprendedor político sumido en la crisis moral que no le importa el maltrato a su semejante. Actitudes que nos muestran a gente que es capaz de quitarle el pan de la boca para dárselo a alguien que es de su entorno, el que no gobierna para todos, pierde la sensibilidad humana, también es un reto para los políticos de hoy iniciar su carrera política como personas.
2. En el aspecto social, la discriminación existente por el dominio de una lengua mayorizada y otra minorizada,  hasta por las característica de la ropa que se lleva, María Díaz con la voz entrecortada y bajando la vista hacia el suelo nos dice: "Los que que me reemplazaron en mi puesto y las dueñas de las casas por donde expendía sus productos le decían “india”, “india fuera de acá”, pero lo más doloroso es cuando ella recuerda que una de las mujeres que la insultaba era una enfermera y otra que también le lanzaba el improperio con el término “india” era profesora. Este hecho es una evidente manifestación de un trato inhumano y  sobre todo una evidencia de discriminación a alguien que tiene los mismos derechos, pero con  la diferencia hablar solo el quechua o “kichwa como dice doña María”, además nos dice que se ha avergonzado muchas veces de hablar sólo quechua, porque para ella ha significaba insultos y humillaciones, este es un tema social que se repite a diario.
3.  En la parte jurídica, es el reflejo del sistema de administración de justicia, la demora, justicia que camina lento, justicia que hace siempre diferencia, ya que si la respuesta hubiera sido favorable en Carhuaz este caso no debía haber llegado a Huaraz, pero como no se obtuvo justicia ni en Huaraz, tuvo que ser en el Tribunal Constitucional, máximo ente de justicia en el Perú: Ella dice en Carhuaz y en Huaraz no le dieron la razón y por insistencia de su abogado Jehude Collas Berrú se fue hasta Lima, sin ánimo y con poca fe de conseguir apoyo de los magistrados, este caso es un vía crucis para muchos peruanos, 4 años para que se resuelva el caso, y este es el tiempo que muchos deben esperar con un nudo en la garganta de no saber lo que pasará, justicia que tarda ya no es justicia.
4.  En el aspecto económico, es un problema muy grave aún para muchos como ella, María Cáceres se quedó sin nada, era el negocio en la calle lo único que tenían, y esto era aquello que les permitía subsistir: Fue su centro laboral, ella ocupaba el puesto por más de 30 años, continúa afligida y nos sigue contando que:  “qarqarayaamaptin manam mikuyaanapaqpis kaqtsu”, “cuando nos votaron, no teníamos de dónde comer”, “mis hijos dejando los estudios tuvieron que ir a buscar trabajo”, “no había plata menos para el abogado”. En la puerta de su casa improvisó la venta de costales a S/. 1. 00 pero la venta es sólo los días miércoles y domingos, otros días no hay venta, no hay nada, estos dos días junta la suma de 25 a 30 soles que le sirven para subsistir durante la semana, y como las necesidades apremian, alquila los espacios de su casita para que los otros comerciantes ambulantes como ella guarden sus mercancías.
5.   finalmente, como persona María Antonia, junto a su esposo con la mirada divagante nos revela que se sentían culpable de todo lo que estaba pasando, por no haber aprendido castellano, ella dice “si hubiera sabido leer, no hubiera firmado ese papel, no me hubieran engañado”, sostiene que cada vez que iba rogar al alcalde y a los trabajadores de la municipalidad, nadie le daba la cara para hablarle, además que no querían escucharle, “yo tenía mucha vergüenza de hablar quechua”, “no quería hablar con nadie”, este hecho genera baja autoestima de muchos hablantes de las 48 lenguas originarias de nuestro Perú, producto de los tratos injustos que reciben en la sociedad.

  1. Todos éstos hechos son muestras de las, retos y desafíos para las autoridades, y para quienes hoy pugnan los sillones municipales y regionales, para el mismo estado, hay aspectos puntuales en el tema de derechos lingüísticos y culturales de los hablantes de lenguas distintas al castellano con las que se comunican.
  2. Lo que se ha mostrado con el Tema de María Antonieta Díaz Cáceres nos dicen que hay una tarea pendiente de promoción de los derechos individuales y colectivos en materia lingüística, queda que el sistema político, económico, jurídico, educativo y social transversalizar el enfoque intercultural bilingüe. Queda también por difundir en la familia el derecho lingüístico y cultural, es urgente la sensibilización y educación para desterrar la discriminación por motivo de raza, idioma, color de piel, etc., es urgente que la familia ayude a construir una sociedad que fomente el buen vivir, no basta el discurso, es urgente la acción.
Doña María Antonia, de 65 años de edad proveniente de Poncos, de la misma provincia de Carhuaz, fue criada por su madre junto a sus 3 hermanas, ella dice que su padre falleció cuando tenía 4 años; significa que quedaron en la pobreza y sin posibilidades de estudiar. La mamita de María con las justas les saciaba el hambre, así que muy tierna tuvo que salir de su pueblo a buscarse un futuro para ayudar a la familia.
al igual que miles de miles de ciudadanos, se formó en la ciudad, formó su familia, tuvo que inventar un trabajo para seguir haciendo frente a la pobreza, algo que llama mi atención es que ella dice “a mis hijos siempre traté de enseñarles castellano para que no sufran como yo he sufrido”, “no sé qué pasará conmigo ahora” así que nuestro compromiso es con ella y con todos los hablantes de quechua y de otras lenguas nativas: No puede ser posible que un estado como el nuestro nos ofresca esta realidad, tenemos un compromiso ayudar a que comprendan y entiendan sus derechos;  que sientan orgullo por su lengua materna. Que caminen con la cabeza alta llevando su cultura.

Estimados amigos lectores ustedes y nosotros hemos hecho esta tarea: Juntos tenemos la responsabilidad de evitar que haya otras María en nuestro Perú y más allá de nuestras fronteras. no permitamos que sigan sufriendo, que sigan llorando y que sean discriminadas. Necesitamos defender los espacios de vida, como son los lugares de venta de muchos hermanos y hermanas ambulantes y los que también no están dedicados a esta tarea pero que sufren por hablar su quechua.
En conclusión, tenemos la tarea de seguir exigiendo al estado la garantía de derechos, se deseamos un sello intercultural al bicentenerio, urgen una tarea conjunta; pedimos a las autoridades y a los políticos la revisión de sus proyectos de desarrollo cultural y lingüístico en su ámbito. Emplacemos a la generación de políticas activas y claras por la defensa, uso, promoción y difusión de las lenguas originarias, tal como lo establecen las normas nacionales como la Constitución Política, la Ley N° 29735, y las internacionales como el Convenio 169.

Foto: Pelayo David Luciano Salazar.

Escrito por: Margot Jovanna Camones Maguiña
Interprete y traductora del quechua de Ancash.
Docente de la Escuela Superior de Formación Artística - ESFAP - ANCASH.

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